La fiscalía nacional de economía detectó una serie de limitantes en la competencia de mercado, respecto a los textos escolares. A través de un estudio se estableció un alto grado de pasividad, por parte de los colegios privados, a la hora de buscar mejores condiciones.

Nuestro colegio, año a año, busca el mejor equilibrio de precio y calidad de acuerdo a nuestro proyecto educativo. A través de un proceso interno, donde cada departamento se reúne con diversas editoriales, se realiza una evaluación minuciosa de cada libro. La elección está basada según: la calidad del texto, imágenes y si responde a los planes y programas ministeriales y a nuestras metodologías.

Para que nuestras familias accedan a mejores condiciones a la hora de comprar un libro – el colegio siempre ha tenido una actitud activa- implementado medidas que alivian el gasto:

–          Diversas editoriales visitan el establecimiento, teniendo variadas propuestas para buscar la mejor relación precio y calidad.

–          Solicitamos el mayor descuento posible a las editoriales y librerías para acceder a rebajas.

–          Entregamos cupones de descuento a los apoderados.

–          Invitamos a las editoriales a vender sus textos en nuestro establecimiento, los cuales pueden ser hasta un 25% más baratos que en librerías.

–          Promovemos ferias de libros de segunda mano. La comunidad de padres organiza la instancia de venta de textos.

Por otro lado, caminamos cada día a – implementar nuevos canales y metodologías-  para que nuestros alumnos aprendan. Los libros son un complemento a esos aprendizajes, pero la tendencia está en buscar innovadoras maneras para trabajar con los alumnos y que ellos sean los protagonistas en el  aula. Ante eso:

–          En los últimos años hemos desarrollado textos propios, los cuales están en una constante mejora.

–          Distintos cursos no utilizan libros en sus asignaturas, porque se ha incorporado el uso de Chromebooks. A través de una plataforma digital, los alumnos acceden al contenido virtual que los profesores elaboran por unidad (videos, imágenes, textos, entre otros).

Apuntamos a desarrollar un pensamiento crítico en nuestro alumnado. Queremos que abran su mente, vean, investiguen y sean constructores de su aprendizaje. Un libro escolar se justifica sólo cuando apunta a apoyar nuestras metodologías.