Señor Dios, Padre de infinita misericordia,
Te agradecemos por la vida y el servicio del Santo Padre, Papa Francisco. En tus manos de amor, encomendamos su alma, confiando en tu promesa de vida eterna.
María, nuestra Mater, Madre de la Iglesia y Reina de la Paz, recíbelo con ternura y preséntalo a tu Hijo Jesucristo. Que su entrega fiel a la misión sea ahora coronada con la alegría del cielo.
Danos a nosotros, su pueblo, un corazón firme en la fe y generoso en la entrega. Que el Espíritu Santo ilumine a la Iglesia en este tiempo y nos conduzca en unidad y esperanza. Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, y en tus manos ponemos el futuro de la Iglesia.
Amén