Schulpost Agosto 2021

Movilizarnos por otros es lo que debiéramos hacer siempre, pero nos cuesta… Solidaridad es fraternidad, es empatía. Uno puede ser solidario en el día a día, la solidaridad está al alcance de todos, en grandes y pequeñas cosas, basta con regalar una sonrisa, ceder un asiento, acompañar o consolar a alguien.

Hay otras acciones que nos cuestan más, aunque también todos tenemos la oportunidad de realizarlas, como son “los desayunos solidarios” que ya son una costumbre en nuestro colegio todos los miércoles de este mes.

En la madrugada, con frío, bajas temperaturas, y este año sumado el cansancio por el COVID. Sin embargo, alumnas, apoderados y profesores pudieron practicar la solidaridad con gran entrega, movilizándose al alba y poniendo todo su corazón y sus manos en estos desayunos, pudiendo iluminar la oscuridad de otros y regalar un rayo de esperanza.

Como el evangelio nos enseña, es necesario estar atento a las necesidades del otro y actuar; nunca quedarnos como espectadores. La solidaridad no puede ser esporádica, nuestra actitud debe ser apoyar al otro en toda necesidad, en sus dolores, preocupaciones, también en las alegrías, porque todos nos necesitamos. Hoy quiero agradecer a todos quienes se hicieron parte de esta Acción Solidaria, de diferentes maneras; algunos llevando ropa de abrigo, otros con donación de útiles de aseo los que -junto con el desayuno con rico olor a café caliente, queques y sándwiches-  compartimos con alegría sin esperar nada a cambio.

El cambio, se produce dentro de nosotros mismos, haciéndonos más sociales, más creativos, más positivos, y sin duda más felices, reforzando nuestra vida con Cristo y María cuando nos donamos. Que nuestra entrega a los más necesitados no acabe con este mes, sino que nos impulse a continuar.

Isabel Román Purcell

Asuntos Estudiantiles